sábado, 4 de febrero de 2017

Somos personas.

Hay posturas que me molestan y mucho, no quizás porque pretenda  que el otro sienta mi dolor, sino porque el otro comprenda lo que estoy o he pasado.
Aquellas personas que hemos padecido cáncer de tiroides debemos aguantar las minimizaciones del entorno profesional y a veces familiar.
A la radioactividad la tengo que tomar, no me dan un juguito de naranja recién exprimido, me dan un isotopo radioactivo que se extiende por todo mi cuerpo. Pero no es nada, me llevan a un estado metabólico inhumano.
Hoy intenté recordar, lo que quiero olvidar, porque me dolió escuchar..."Ah, tu cáncer no fue nada." ¿NADA?... Nada las pelotas!!! Si, las pelotas!!
Entonces decidí recordar: cuando mi cuerpo estaba a punto caramelo para recibir el yodo y ser tratado como una ojiva nuclear caminante, aislada y limpiando cada cosa que tocaba, o apretando el botón del baño unas diez veces para no llenar de radiación a vaya saber que materia fecal ajena.
Cuando me había olvidado como se escribían las palabras, y no podía leer, cuando perdí la orientación en plena calle llegando a mi casa, cuando me caí porque mis piernas y manos no tenían fuerza, ¿creen que es divertido? Cuando los calambres me retorcían hasta la lengua, cuando no tenía ni olfato ni gusto, cuando los dolores de estómago me hacían declarar que había matado a JFK. Cuando me miraba al espejo y no podía reconocer mi rostro. El pelo, claro no me quede pelada, entonces no parece tan grave; pero mi pelo era paja y si, se caía. Y me preguntaba ¿Parará? .
Tenía frío, un frío que me helaba, no había calefacción ni ropa que impidiera que tuviera escarcha en cada lugar de mi cuerpo. Ni hablar cuando los dedos y las manos se me retorcían por la falta de calcio, que terror!! Si, uno siente terror. Recuerdo los hormigueos incesantes que no me dejaban dormir, los dolores de cabeza, volverme bipolar de un día para otro, la distensión abdominal por la radiación que parecía que en quince días llevaba un embarazo de catorce meses. Y muchos osan en decirme: "No fue nada"; o decirle a quién esta transitando este camino: "Ah, tenes un cáncer bueno"..¿Cáncer bueno? Las pelotas!!!! .Tenelo vos si es tan bueno.
¿Quieren que les cuente de la punción en el cuello? (aunque ya lo he escrito en otra entrada) : te clavan una aguja y te dicen no te muevas, puedo tocarte un nervio; el dolor es tremendo, desgarrante, pero no te muevas. Y sentís la sangre caer, pero no te muevas.
Estos días leo a muchas personas pasar por lo que yo pase y les dicen tantas idioteces, se minimiza el dolor emocional y psíquico del paciente. Nadie puede estar en zapatos ajenos, nadie! Nadie puede decirme no fue nada porque fue mucho por lo que pase. Porque cada análisis que abro detiene el tiempo, y cada negativo hace circular la sangre por mi cuerpo; y nadie sabe de esto, solo mis compañeros de enfermedad. Llegue a odiar las agujas..pinchar, pinchar, muestras, pinchar... No somos objetos, SOMOS PERSONAS CON TEMOR, DESCONOCIMIENTO, SOLEDAD, PÁNICO.
Tomé cada consejo, me apropié de mi enfermedad, hice muchas consultas. Decidí volver a ser la dueña de mi cuerpo y no darle más lugar al miedo.
Pasará, pasará...y así fue. Tengo siete tomas de yodo radiactivo, tengo las secuelas de miedos acumulados. Pero tengo algo maravilloso, mi familia, mis amigos, mis animalitos.
Hoy trabajo en mi, cuido mi cuerpo, mi psiquismo, mis emociones, hago mi trabajo personal, erro, corrijo, me perdono, lo vuelvo a intentar, pido ayuda.
Muchas personas han trascendido (morir) por esta enfermedad, no minimicemos pero tampoco entreguemos el poder al cáncer. No lucho contra él, voy con él por el camino de la erradicación de mi cuerpo con amor a cada órgano, tejido, célula, mimo a mi cuerpo que tanto padeció.Es un sutil equilibrio entre cuidarme y sin obsesionarme.
Vivo el presente sin proyecciones nocivas. Cada tanto me permito estos escritos, cada tanto recuerdo, pero todo esto ya no tiene poder sobre mi vida, son imágenes de una película autobiográfica lejana que me dejo un gran aprendizaje para transmitir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario